sábado, 11 de octubre de 2008

Peronismo Moronense ( 2ª parte) del 2000/2003

El período que abarco en este post es tal vez el más rico para revisar la historia reciente del peronismo local. Marca el regreso a los primeros planos de cientos de compañeros que con las conducciones (verticalistas a ultranza) de Rousselot y Román sentían que quedaban marginados de las decisiones.
Es el periodo del lanzamiento, crecimiento geométrico y triunfo electoral de Juan Zabaleta y su Frente de la Victoria Peronista.
La etapa corresponde al encumbramiento del militante del barrio, que participa no ya a través de representantes sino directamente del manejo en una suerte de desbordante experiencia de democracia semidirecta.
Zabaleta propuso conformar una red descentralizada que le diera más protagonismo al militante barrial, aunque no pudo cristalizar esta idea. Con esta decisión dejaba atrás las conducciones verticalistas del peronismo que correspondían a etapas superadas y en frente al aparato sabatelista de neto corte elitista, acorde con su formación en el Partido Comunista Argentino. Significaba un gran avance en materia organizacional.

Con espíritu asambleísta, mucha mística, pero escaso interés en la selección de los rostros visibles en cada barrio, la conducción colectiva del grupo fue ganando rápidamente confianza en si misma y logrando un contacto fluido con las bases, Por la combinación de muchos factores tamaño capital político se convierte rápidamente en una fábrica de desilusiones.
Entre esos factores destaco la sucesión de internas y elecciones generales que fue transformando a la que debía ser una agrupación de cuadros en un simple “aparato”, haciendo de la herramienta electoral un fin en si mismo con el agravante que el país transitaba por la peor época del "que se vayan todos" y eso significaba la inmediata identificación con las peores prácticas de la cuestionada política.
Por otro lado, lo que debía ser una agrupación conducida por cuadros para los cuales la actividad política es la búsqueda de soluciones a los problemas de la sociedad, deriva en una construcción casi anárquica, de respuestas políticas espasmódicas, con una relación conductor-conducidos ya no descentralizada sino radial, que muchos confundieron con democrática y horizontal, donde todo era materia de intercambio.
Es el militante de base el que construye el poder. Michel Foucault plantea en su "Microfísica del poder" que el poder se genera y materializa en una extensa gama de relaciones interpersonales muy pequeñas, microscópicas dentro de cada sociedad, desde las cuales se eleva hasta constituir estructuras impersonales (la imagen de poder que proyecta el peronismo, los poderes constituidos y otros poderes complejos y sofisticados).
Zabaleta acertó al proponer a la militancia un esquema que dejara atrás la conducción centralizada vertical que era cosa del pasado, para ir hacia una más horizontal y democrática, pero la misma dinámica provocada por la seguidilla de elecciones internas y generales hizo que el experimento no decantara y por el contrario se desvirtuara la intención original y en lugar de descentralizar construyó una red centralizada radial, que de todas maneras hubiese funcionado de no mediar la inocultable falta de filtros en la irresponsable y masiva incorporación de “agentes” para las campañas. Responsabilidad esta no tanto de Zabaleta sino del resto de la conducción de su organización.

En el nivel macro aparecía Zabaleta como la conducción (y por ello al final del proceso sus coequipers le endilgan solo a el la culpa del fracaso electoral de 2003), en el nivel micro (y ahí me remito a Foucault) era solo la voluntad individual de aquel hombre/mujer de base la que tomaba las decisiones y la proliferación de militantes inexpertos en la mayoría de los casos y faltos de vocación en otros, hizo del accionar del conjunto un muestrario de aquello que no se debe hacer.
Una revista barrio por barrio daría la semblanza exacta de lo que sintió el resto de la población de Morón, invadido de una multitud (exagerada e innecesaria) de militantes, compitiendo unos contra otros, amplificando en cada acción la imagen de anarquía y de "toma-daca" que daba la razón cotidianamente y en todos los rincones del distrito a la mentira que propalaba organizadamente el aceitado -y recién formado- aparato sabatelista, mostrando que el progresismo blanco pronto adquiere los mismos tics que tanto crítica del "decadente" peronismo, con la complacencia de los demás sectores peronistas desplazados que no fueron llamados a compartir actos y menos aún la conducción.
Ninguna inflación es buena y menos aún la inflación de militantes. Dicen que desde abajo se impuso la siguiente consigna: "el que gana conduce y el que pierde se va a su casa".
Así como Román y Rousselot dejaron algunos nostálgicos de su conducción ultraverticalista, Zabaleta acostumbró a muchos a una conducción centralizada radial (cada decisión de importancia en cada barrio era tomada mediante la reunión directa con el), esta característica unida a su proverbial simpatía con el militante de base, le dieron la fuerza necesaria para conducir su proyecto hacia la victoria interna en términos casi hegemónicos.
Ahora lo que ha quedado de la frustración de la derrota anunciada del 2003, que hubiese sufrido cualquiera de los bandos en pugna es una red distribuida (topología de red caracterizada por la ausencia de un centro individual o colectivo). Los nodos se vinculan unos a otros de modo que ninguno de ellos, ni siquiera un grupo estable de ellos, tiene poder de filtro o de veto sobre los flujos que transitan hacia el interior de la red. En palabras más llanas: nadie acepta ser conducido.
Una (des)organización así es vista desde afuera como ultra democrática, pero en política es lo mas parecido a un cambalache y es totalmente contraria a la forma organizativa que tiene que asumir un movimiento que siempre aspira al poder.
Para lograr la unidad de acción que nos lleve a dar vuelta el actual estado de cosas, es necesaria la unidad de concepción, sumada a la solidaridad y al apego a alguna forma organizativa encuadrada en un esquema más racional, menos inorgánico, menos espasmódico, menos anárquico.
Resumen: con la frustración de 2003, desaparece la divisoria entre centro de decisiones, niveles intermedios y base, característica de las redes centralizadas y descentralizadas. Desaparece con esa divisoria la idea de conducción. Idea que, a estas alturas, solo puede volver a aparecer de la mano de una conducción descentralizada.
Es de esperar que en el mediano plazo se produzca un giro -por cierto veo con alegría los esfuerzos que se realizan por alcanzar consensos-, pero una vez finalizado el proceso interno confío en que prime la racionalidad y la conducción se fije como objetivo primordial la reconstitución de un poder que vaya mas allá de la formalidad de la reunión del consejo de partido.
Que los objetivos sean más ambiciosos que los que se propusieron anteriores autoridades, hay que abandonar aquellos que más que entusiasmar dan pena, ya no podemos seguir sosteniendo los siguientes: 1.- no sacar menos de 3 concejales, 2.- tratar de salir segundos en las elecciones, 3.- ir con listas unificadas a las generales, 4.- ganar al menos una mesa en todo el distrito, y 5.- contar con una miserable sede para el consejo de partido.-. Con respecto a esto último me decía el gallego Nogueira que "el peronísmo de la resistencia nunca tuvo una sede... la sede era el corazón de cada militante... que es la sede menos costosa y mas durable." y es esa sede la que tenemos que recuperar.
Es hora de reflexionar y a la vez de actuar, ese debe ser el norte de las futuras autoridades del PJ morón, reorganizar, recrear la unidad, consolidar la solidaridad entre los compañeros, restañar heridas, abandonar las cazas de brujas y sacarse los concheros que nos hemos puestos en esta guerra de vedettes que estuvimos protagonizando los últimos 10 años y dedicarse a la Política, asi con mayúscula.
El próximo post tendrá que ver con las similitudes existentes entre Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Morón en cuanto a su muy parecido comportamiento electoral, y su composición social. La tesina, si me lo permiten es que en distritos parecidos "a todo Ibarra, le sigue un Macri"... hasta luego.
Gracias a Manuel "Manolo" Barge y gracias Carlos "Charlie" Boyle por los aportes, como todo lo reduzco a un toma daca estoy comprometido a pagar las empanadas y el vino.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Esto lo publica Viau en Critica. Como lo ves?

"También Juan José Álvarez y Julio Rubén Ledesma, secretario de Empleados de Comercio de La Matanza y titular de la CGT de la zona oeste, respectivamente, cotizaron por las nubes su alejamiento de Francisco de Narváez y el pasaje a las filas del macrismo. Los dos, dicen quienes conocen a fondo la cultura electoral del conurbano, son el millón de sufragios obtenidos por el empresario en las últimas elecciones. “Juanjo fue su jefe de campaña. Con esto –conjeturan– lo vaciaron. El Colorado quedó noqueado.” Sin embargo, De Narváez se recompone y prepara el contraataque: da vueltas a la idea de que su hombre en la Capital sea el economista Javier González Fraga. El ex presidente del Banco Central puede ser un buen challenger de Alfonso Prat Gay, el delfín de Elisa Carrió. Pero, sobre todo, podría aspirarle una considerable cantidad de votos a Gabriela Michetti. “Y si Gabriela Michetti no gana la Capital, que Macri se despida de 2011”, especulan. Hay un punto en el que los duhaldistas dan certezas absolutas: “Si Néstor se larga en Buenos Aires, el Cabezón se presenta. A esa chance póngale 100 y pase por ventanilla a cobrar”.

OMIX dijo...

Solo puedo conjeturar sobre la conjetura de Viau, y temo que me quede la jeta dura y ladeda por errarle al pronóstico.
Si lo que me preguntás lo hacés motivado por el próximo post, mejor lo dejamos para cuando salga.
Este post habla de una etapa del peronismo local y entre muchas consideraciones que se pueden hacer pongo solo un aspecto a consideración, lo que hace que sea una reducción que deja muchos aspectos sin tocar. Pero creo que en ese momento se definen los rasgos del peronismo de hoy. Todos los Quinistas, Juanchistas, Oportistas, brunistas, todos menos quizás Roman que mas de uno considera un cadaver insepulto.
Cuando digo "a todo Ibarra, le sigue un Macri" no quiero decir que a Sabbatella le va a seguir un macrista como Tagliaferro o un De Narvaista como Cardoso, digo que hay que detectar las claves por las que el mismo electorado "cambia" de parecer y vota pendularmente.
Tenemos que ponernos en sintonía con los esquivos sectores medios sin cambiar el anclaje definido en los sectores obreros sindicalizados. Saber bien y asumir que los puede identificar con nuestras propuestas.
Encontrar las coincidencias entre estas posturas que son disímiles es adelantarse y después hay que ir conduciendo al conjunto hacia ellas, hasta adquirir sus formas sin entregar nada del fondo, o lo menos posible.
Sabbatella está parado en un extremo de la oscilación, nosotros tenemos que hallar las claves para ser vistos del otro extremo por los sectores medios, esperando que se produzca el movimiento, con la ventaja de contar con el capital de tener un casi 20% del electorado a nuestro favor, pues el que nos votó en los últimos años es leal, leal.

OMIX dijo...

Completo "Todos los Quinistas, Juanchistas, Oportistas, brunistas, todos menos quizás Roman que mas de uno considera un cadaver insepulto," son tributarios de la misma concepción de poder, han creado organizaciones radiales.

Agrego ahora a esto que tal vez Román y Oporto no los veamos en la próxima interna, no se.. por que es muy díficil que un militante se vaya a su casa.

Anónimo dijo...

¿Sos vos, Michi?
Juano

OMIX dijo...

No, no soy un gatito, no me dá el "fisic du rol"...

Anónimo dijo...

Y, vaguito? Para cuando la tercera de la saga? No doy más de la ansiedad, ya no sé con qué entretener a mis hijos... Por favor, apure la tesina, que el pueblo quiere saber..