jueves, 1 de octubre de 2009

Video de la movilización de periodistas ultradependientes


Bajé del 96 semirápido, que me lleva de Rafael Castillo hasta la Avenida Entre Rios y Estados Unidos en un periquete, eso si, si no se rompe el bondi, si el colectivero no te cortó el recorrido para intimar con una minita, si no te cortaron la autopista los muchachos de las clases que fueron a las Malvinas (los que estuvieron en el teatro de operaciones no, los que hicieron la colimba acá en Palermo) y reclaman pensión de guerra o los que hicieron la colimba durante la dictadura que quieren que los pensionen.
Bajó y le meto a paso redoblado hasta el edificio anexo en Riobamba y Rivadavia.
Ayer corté el recorrido por que al llegar a la esquina del Senado vi un muñeco inflable que no se terminaba de inflar nunca. Lo leí y decía "no a la ley de medios K". Solo el tipo de la empresa dueña del artefacto luchando para que quede erguido, cosa que nunca ocurrió.
Dije la pucha, debe faltar, lo deben estar preparando para más tarde y le pregunté a un cumpa de seguridad del Senado si faltaba mucho para el acto. Me contestó que ya había empezado y sonrió.
Corriendo venían Zannini (al que me chimentaron que el multimedio lo puso full time al lado de esta chica Giudice para que no salga nunca del radio del control remoto) y Mercedes Ninci y un cumpa de Morón que hacía las veces de fotografo municipal del "intendiente". A este le dije como al pasar ¿ a quien venís a defender esta vez?. Nada me contestó, siguió corriendo.
Volví sobre mis pasos, entré al barcito de la esquina, y miré la escena, los tres solitos, solitos los tres.
El muñeco y tres profesionales ultradependientes dando lástima.
Los 3, decidieron dar por terminado el acto y el muñeco era el fiel reflejo de sus almas. Le aflojaron un poco las cuerdas, detuvieron el compresor de aire y el tipo cayó arrodillado. Asi con una escena de cuatro genuflexos terminó todo, pagué, salí, me apuré, entré a la oficina, hice los llamados de rigor, averigüé que la ley sale con fritas, revisé los informes, los elevé al bunker lusitano, me saqué los zapatos que siempre me molestan y respiré aliviado.
El multimedio editó un video, agregando mucho público (animación computada mediante) para demostrar lo masivo de la concurrencia, que al final no salió al aire, del momento que la periodista Mercedes le cantaba algo a un tal Mr. Magnetto, referido a un desencuentro que este había tenido con una tal Cristina a la que la Ninci despectivamente llamaba "ella". No se inglés, alguno me la traduce y me comenta que dice el mensaje de la Ninci al Mr. este.

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