jueves, 28 de agosto de 2014

La Renovación en el plano sindical

Leí esta mañana  a Santiago del blog "conducir es persuadir" y me detuve en las "polémicas" de uno de sus posteos. No coincido en la mayoría de sus planteos, si en algunos puntos que me tomo el atrevimiento de resaltar 
TRES POLÉMICAS
Primera_ Hay que remarcar que el piquete ya no es una herramienta válida. Menos si no sos desocupado. Fue la herramienta de lucha de una época, como el escrache. Hoy si sos obrero hacé huelga. Si sos estudiante, militante o lo que sea hacé una manifestación, una marcha. En los piquetes la legitimidad la da la masividad. No es lo mismo... 5 mil personas cortando ruta 3 en la matanza en 2001, que 15 estudiantes cortando Callao y Corrientes. Abusando de que el gobierno no movía un dedo (hasta que llegó Berni). Cristina alguna vez lo dijo: "cualquiera es revolucionario sabiendo que no hay represión".  Si un laburante viene cansado en un bondi y ve que está cortado por 500 tipos, quiere llegar a la casa y prender la tele a ver qué pasó. Si ve que está cortado por 30 personas, los quiere cagar a trompadas. Y es legítimo.
Ya no hay ni siquiera la creatividad de subir al bondi a volantear, o hacerlo en los semáforos.
Segunda_ ¿Qué es más importante desde el pensamiento nacional, un sindicalista rebelde a un gobierno entreguista o un sindicalista leal a un gobierno nacional y popular?.  Porque tenemos la contradicción de Moyano plantándose a ambos. Y “los gordos” siendo leales a ambos. A mí no me preocupa la subordinación de los gordos. Sí la desunión del movimiento obrero, que le quita potencia y sostén a un gobierno que impulsa reformas.
Tercera_ Creo que Artemio (López)), dolido por no contar más con el moyanismo en el movimiento, enfoca mal una discusión, haciendo “cargo” a la juventud de algo que no le corresponde. Comparándola al pedo con “la gloriosa” y la JTP cuando dice:                         
 "Un retroceso histórico notable en la tradición de las organizaciones peronistas de base ,  por ejemplo la frustrada y frustrante JTP en los 70 se armó en diez meses, acá llevamos diez años y mucho más de silencio en materia de militancia gremial - y en especial juvenil -`kirchnerista´ . Edison, apure con la lamparita que se viene la noche. Les cabe Cámporas, como que no!"
Seamos claros: la izquierda avanza donde el sindicalismo peronista duerme. Siempre hubo sindicalismo combativo y "del otro" en el movimiento. Pero no le corresponde a la Cámpora renovar las comisiones internas. Sí a la Juventud Sindical. Así se pactó con Néstor en vida, no repetir el error de la JTP vs la JS como en los setenta. Y Facu se fue con Hugo (y con "Sergio"!!),  qué se le va a hacer. Pero la deuda es cómo el moyanismo no pudo armarle la interna a los gordos en casi 10 años, incluido el papelón en Comercio. Cómo no se pudo hablar con el #2 o el #3 y destronar a los Cavalieri y compañía. El crecimiento de la izquierda es un justo ¿castigo?.
http://conducirespersuadir.blogspot.com.ar/2014/08/no-hay-que-tenerle-miedo-un-paro.html

Me parece que Santiago cae en algún prejuicio que le viene del setentismo que se equivocó fulería en los setenta y no termina bien esta experiencia en los diez (del siglo XXI).

Recomiendo (otra vez) anticipar al futuro abandonar el diágnostico del presente, el debate sobre el pasado reciente y la disección de los actores presentes  en materia laboral y poner la vista en el "bonustrackeo" sindical (escrito que noso debe el ilustre lomense Luciano Chiconi) que planteó Julian de Diego aqui:   
"Se viene una generación de sindicalistas que tienen muñeca y buena formación"
Algunos "gordos" como cerebros de la Renovación Sindical, 40-50 años, con mucha preparación.

2 comentarios:

Santiago dijo...

Que grata sorpresa omix que me hayas levantado. Agradezco. Y coincido más con vos de lo que pensás. Yo escribo eso a raíz del post de artemio que reinstala esa discusión tonta de los setenta. Las juventudes de hoy saldaron esa discusión en el Luna Park 2010. Ojalá esa generación nueva en el sindicalismo llegué rápido, por yo aún veo pocos exponentes. Abrazo grande

Anónimo dijo...

Mario Wainfeld lo ve asi en pagina12 de hoy:
Para este cronista, desde que Moyano se pasó a la oposición gremial y política, el único sector que mejoró su posición relativa es, precisamente, la izquierda radical. No fue un salto abrupto, sino la continuidad de un proceso de acumulación. Lo cierto es que ha ganado representatividad por “abajo”, en comisiones internas, en delegados de base.

Es minoritaria, comparada con los sindicatos de las dos CGT, pero crece y prospera. Paradoja interesante en la larga década kirchnerista que promovió leyes progresivas y reparadoras, propiciando el crecimiento de los sindicatos por su política laboral. Y también por el crecimiento económico que se sostuvo durante muchos años.

La necesidad motiva acciones conjuntas, pero no unidad ni armonía. Moyano jamás podría ir a saludar a los piquetes de los aliados tácticos que están a su izquierda. Sería abucheado o algo peor.

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