martes, 10 de noviembre de 2015

En defensa del voto en blanco y el anulado

"Lo importante no es llegar primero sino con todos y a tiempo"
León Felipe

Por el lado de los pro-oficialistas y de los pro-opositores se habla de la toma de terrenos de Merlo, a escasas cuadras de mi casa.

Un tuitero me manda en off la siguiente reflexión que comparto: 

"Uff. Qué terrible el entusiasmo mediático por reprimir y/o echar la culpa al gobierno. Casi nunca una propuesta más general, nunca una solución más duradera."

Por izquierda y derecha se habla también del voto en blanco (y agrego el nulo y la liebrtad de sustraerse al acto electoral).

Atilio Borón dice al respecto: "Argentina: el voto en blanco es un voto por el imperialismo, el voto por Scioli es, desafortunadamente, el único instrumento con que contamos para impedir un resultado que sería catastrófico para nuestro país, para las perspectivas de la izquierda en la Argentina y para la continuidad de las luchas antiimperialistas en América Latina.".

Nicolas del Caño dice que hay que votar en blanco para repudiar los dos candidatos del Imperio.

Los macristas dicen que votar en blanco es votar a Scioli y eso contribuye a darle oportunidad de continuar al cripto-castro-chavo-comunismo.

Y si los que se abstienen de votar, o votan en blanco o anulan su voto no son agentes de ninguna internacional del horror, esos que solo pueden cabe en las mentes torcidas de los inquisidores del pais de las divisiones tajantes, los catálogos maniqueos, un país sin paleta de colores, sin gamas, sin variaciones?

Las posturas condenatorias de la voluntad del elector no dimensionan a los millones que obligados a elegir al mejor entre quienes en dos oportunidades este año no acompañaron con su voto prefieren no optar por el menos malo.

En medio de una campaña de balotaje que no atrapa buena parte de la militancia y el elector del FR/UNA fluctúa entre quienes piensan meter la boleta corta de Massa y el voto en blanco.

Todos tenemos derecho a opinar, de optar por quienes se nos ocurra o de ensayar soluciones legales para expresar un hastío de fin de época. 

El del 22 habrá finalmente sido el primer y ultimo balotaje entre dos variantes de Argentina del miedo, del Yo o el hambre, del odio a campo traviesa a gritos de "te odio Peña, odio tu plata, tu casa, odio a la gente como vos..." o camuflado en la falsaria oda al "amor, amor, amor"

Lo que viene tiene que ver con la tolerancia, tolerancia al que piensa distinto, tolerancia al que quiere elegir y lo obligan a optar y debiéramos ir pensando en que es tiempo, la sociedad parece estar madura, de dejar de hinchar las pelotas con eso de creer que la sociedad toda está al servicio de los sobrepolitizados y los políticos profesionales. 

Los vecinos de Mendoza capital, por dar un ejemplo, van por la séptima elección este año. Los que ya no encuentran incentivo para acercarse al cuarto oscuro no debieran estar obligados a votar y punto y no es calificar el voto, es la soberanía de la voluntad, no es que vote el rico y el pobre no, ni es separar el electorado habilitando al universitario y segregando al que no pudo completar la educación básica, sino al que le quiere dar horas de su vida a meditar sobre el destino del país y quien quiere quedarse en su casa un domingo a descansar o mamarse, porque su voto es un voto no meditado, irresponsable, tomado a la ligera y sus consecuencias irreparables. 
Tambien debería haber licencia para aquellos que se quedaron por el sistema de eliminación sin candidatos.

Tenemos que salir de la urgencia, debemos empezar a enfocarnos en lo importante.

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