viernes, 31 de marzo de 2017

Maduro y los lobos de La California

Massa dice que los argentinos estamos obligados frente al golpe de Estado en Venezuela a invocar “la Carta Democrática (de la OEA). Debemos defender la democracia, pero sobre todo al pueblo venezolano”.

Cuando hay golpe de estado el único poder que se disuelve es el legislativo, el ejecutivo cambia de manos y el judicial declara el “siga, siga” y no se remueve ni a un meritorio de sus filas.

En Brasil hace poco, cambió de manos el ejecutivo, pero judicial y legislativo quedaron intangibles. No se invocó allí la carta democrática.

Ayer nomas, un poder del Estado disolvió el parlamento venezolano. El Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela advirtió en una sentencia que ejercerá las competencias parlamentarias de la Asamblea Nacional. El presidente de la Asamblea Nacional (AN), Julio Borges, que pertenece a la oposición, denunció que el fallo es "un golpe de Estado con todas sus letras".

La situación es grave, compleja, pero no es difícil de dilucidar aun a la distancia. Intentemos hacerlo en pocas líneas. 

De todas las versiones de la naturaleza del chavismo que leí me quedo con la de Andrés Malamud que copia las descripciones europeas y yanquis de la Libia de Mwammar Khadaffi que es como pedir una pacificación humanitaria rusa o una liberación humanitaria de la OTAN. Malamud nos interroga “el kirchnerismo (populismo) perdió las elecciones y se fue. El chavismo (autoritarismo devenido en dictadura) perdió las elecciones y cerró el congreso. ¿Se entiende la diferencia?”.

Malamud tendrá que autopreguntarse cuanto del ADN peronista (en esa caracteristica de "fuerza dura pero de la democracia") hay en el kirchnerismo. Digamos que el peronschismo dio fe, en 1955 cuando Perón decidió no seguir regando de sangre de hermanos el pais y abordar la cañoñera paraguaya, en 1976 en otro golpe, y ya en momentos mas felices en 1983, en 1999 y en 2015 de entregar el poder cuando pierde la elección y tambien si eso araña el mito de que la culpa de todo es del peronismo que gobernó 34 de los 94 años que nos separan de la sanción de la Ley Saenz Peña.

Saliendo de la academia me meto en la política pedestre para ver que dicen con las siguientes excepciones. Del cristinismo, que marcha  a la plaza el 24 de marzo tolerando que una parte de la plaza haga culto al golpismo meneando helicópteros, y del macrismo, que tolera a los que hacen el culto al golpe de estado de la peor dictadura que nos asoló, puede pensarse que se les escapó la tortuga o no entendieron nada y no le vamos a pedir claridad.

Mas que clasificar correctamente y  contextualizar el embrollo institucional generado es preguntarnos el por qué del mboyeré venezolano. 

De las pocas que leí me quedó con la versión de Lucas Carrasco: “Maduro dio un golpe de estado para privatizar yacimientos y pagar así la deuda externa. Y la izquierda idiota de acá lo festeja”.

Si esto es así, ademas habrá que ver con quien arregló Maduro y habremos de divertirnos viendo como lideres locales reculan en chancletas.
bs

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